Los
medicamentos quimioterapéuticos destruyen las células
cancerosas, pero también dañan algunas células
normales. Por consiguiente, se debe prestar atención
cuidadosa para evitar o minimizar los efectos secundarios,
los cuales dependen del tipo de medicamento, de la dosis
recibida y de la duración del tratamiento. Los
efectos secundarios temporales pudieran incluir náuseas
y vómitos, pérdida del apetito y del cabello,
así como llagas en la boca. Debido a que la quimioterapia
puede dañar las células productoras de sangre
de la médula ósea, los pacientes pueden
tener niveles bajos de células sanguíneas.
Esto puede dar lugar a mayores probabilidades de infección
(debido a una escasez de glóbulos blancos), pérdida
de sangre o hematomas después de cortaduras o lesiones
menores (debido a una escasez de plaquetas) y cansancio
(debido a bajos niveles de glóbulos rojos).
La
mayoría de los efectos secundarios desaparecen
cuando cesa el tratamiento. Existen remedios para muchos
de los efectos secundarios temporales de la quimioterapia.
Por ejemplo, pueden administrarse medicamentos antieméticos
para prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.
Terapia
hormonal:
El estrógeno, una hormona producida por los ovarios,
promueve el desarrollo de algunos tumores cancerosos del
seno, particularmente de aquellos que contienen cantidades
detectables de proteína receptora de estrógeno.
Igualmente, andrógenos tales como la testosterona,
que son producidos por los testículos, promueven
el desarrollo de la mayoría de los tumores cancerosos
de la próstata. Existen varios tipos de terapia
hormonal. Una estrategia consiste en extirpar los órganos
que producen las hormonas. La extirpación de los
ovarios o de los testículos es una opción
de terapia hormonal para pacientes con cáncer del
seno o de la próstata, respectivamente. Con mayor
frecuencia, pueden administrarse medicamentos que evitan
la formación de las hormonas (un método
común de terapia hormonal para combatir el cáncer
de la próstata). Pueden administrarse otros medicamentos
para evitar que las hormonas afecten las células
cancerosas (los cuales se utilizan a menudo en la terapia
hormonal del cáncer del seno y, con menor frecuencia,
del cáncer de la próstata).
Los
efectos secundarios dependen del tipo de tratamiento hormonal
empleado, pero pueden incluir sensaciones de calor (bochornos),
coágulos sanguíneos, pérdida de la
libido (deseo sexual) y mayor riesgo de desarrollar otros
tumores cancerosos.
Inmunoterapia:
La
inmunoterapia es una terapia sistémica que ayuda
al sistema inmunológico del paciente a reconocer
y destruir las células cancerosas con más
eficacia. Existen diversos tipos de inmunoterapia que
se utilizan para tratar a los pacientes con cáncer
metastásico, incluyendo las citocinas, los anticuerpos
monoclonales y las vacunas antitumorales.
Tratamiento
de la metástasis en los huesos:
Terapia
de radiación:
La terapia de radiación utiliza partículas
o rayos de alta energía para destruir las células
cancerosas, o para desacelerar su crecimiento. La terapia
de radiación puede emplearse para curar los tumores
cancerosos primarios que no se han extendido demasiado,
a partir de su sitio de origen. Incluso si un cáncer
se ha extendido a los huesos, aún puede utilizarse
la radiación para paliar o aliviar los síntomas.
[Vea el video sobre:
la bomba de cobalto y el accelerador
lineal]
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