¿Cómo
se encuentra la metástasis en los huesos?
La
metástasis en los huesos se puede sospechar a partir
de los síntomas de un paciente, examen físico,
estudio de imágenes o análisis de sangre.
En la mayoría de los casos, sin embargo, es necesario
hacer una biopsia para llegar a un diagnóstico
de la primera metástasis ósea. Después
de eso, generalmente, las metástasis en los huesos
se pueden detectar con radiografías u otras pruebas.
En
una biopsia se examina una muestra de tejido bajo el microscopio
para ver si hay células de cáncer presentes.
Hay dos tipos diferentes de biopsias: la biopsia con aguja
y la biopsia abierta. Una biopsia con aguja se puede hacer
con una aguja fina (biopsia con aguja fina) o con una
gruesa (biopsia nuclear o con aguja gruesa). La biopsia
con aguja fina remueve pequeños fragmentos de tejido.
La biopsia con aguja gruesa se usa para sacar un núcleo
cilíndrico de tejido.
En
la biopsia abierta el cirujano hace una incisión
en la piel para exponer el tumor y luego extirpa una porción
del tejido.
Es
muy importante que los médicos sepan si el cáncer
se ha propagado a los huesos o si los síntomas
de la persona son causados por otra cosa, como una infección
en los huesos o hasta un cáncer que comenzó
en el hueso. Para complicar el asunto aún más,
las personas que tienen un tipo de cáncer pueden
generar cáncer primario del hueso (que comienza
en el hueso) tiempo después. El tipo de tratamiento
que se dé y la perspectiva de supervivencia dependerá
de la información correcta.
Síntomas
de la metástasis en los huesos:
El
dolor en los huesos es la primera señal de la metástasis,
pero no siempre la única. El dolor puede ir y venir
al principio, empeorar en la noche y aliviarse por el
movimiento. Después se vuelve constante y puede
empeorar durante la actividad física.
Otros
síntomas de la metástasis en los huesos
pueden ser leves o severos. Síntomas leves pueden
incluir la pérdida del apetito y cambios en el
patrón del sueño. Síntomas más
serios pueden ser las fracturas de huesos que sanan lentamente
y causan dolor severo. Una complicación seria de
la metástasis en los huesos es la compresión
de la médula espinal. La presión que causa
el cáncer sobre los huesos de la columna vertebral
o el colapso de estas vértebras puede causar dolor,
entumecimiento y parálisis.
El
calcio se desprende de los huesos cuando la metástasis
está presente. Los altos niveles de calcio en la
sangre pueden causar otros síntomas como la pérdida
del apetito, náuseas, sed, cansancio, debilidad
muscular, inquietud y confusión.
Aun
cuando no haya síntomas, el médico podría
hacer estudios para buscar una metástasis, especialmente
si el cáncer primario es del tipo que aumenta la
probabilidad de la metástasis en los huesos.
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